con respeto ganamos todos

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miércoles, 9 de abril de 2008

COLUMBRETES

La reserva natural de Las Islas Columbretes están situadas a 27 millas náuticas 50 Km. al sureste de Oropesa en la provincia de Castellón.
Su situación se encuadra entre los paralelos 39º 51' y 39º 55' de latitud Norte, y los meridianos 0º 40' y 0º 42' de longitud Este, en el borde de la plataforma continental más amplia del Mediterráneo Occidental.
Las Islas son: la Isla Grande, la Ferrera, la Forada y el Bergantín (Carrallot). Además hay varios escollos y bajos,todo es de origen volcánico .

El nombre de las islas proviene de la impresión de los primeros navegantes, griegos y latinos, que las incluyen a sus cartas con el nombre de Ophiusa o Colubraria, admirados por la abundancia de serpientes que allí encontraron.

Visitadas únicamente por pescadores, contrabandistas y piratas hasta principios del siglo XIX, la colonización del archipiélago se produce a mediados del siglo XIX con la construcción del faro de la isla (1856-1860).

Las actividades de los contrabandistas se extendieron durante el siglo XX, al punto que provocaron indirectamente la transformación de la Foradada, cuyo agujero era un excelente refugio natural para los barcos que se dedicaban a estas labores. En ese abrigo natural permanecían ocultos a los prismáticos de los servicios de vigilancia, que finalmente optaron por el expeditivo método de provocar una explosión de rocas que aterraron parcialmente el túnel marino.

Los fareros habitaron la isla de manera prácticamente ininterrumpida durante más de un siglo, en condiciones precarias, como demuestran las tumbas del pequeño cementerio de la isla, y aprovechaban intensamente todos los recursos que ofrecía un medio terrestre pobre y un fondo marino extraordinariamente rico. La pequeña colonia de fareros y sus familias abandonaron las islas finalmente en 1975, año en que se automatizó el faro.
Está dominada por las colonias de aves marinas nidificantes. La gaviota de Audouin, la pardela cenicienta, el halcón de Eleonor y el cormorán moñudo, todas ellas especies muy sensibles a las molestias e impactos asociados a la presencia humana, encuentran en estas islas el único punto de nidificación de la Comunidad Valenciana.

Durante los pasos migratorios primaverales y otoñales, las islas, ancladas en medio del mar, actúan como un imán para todas las aves que cruzan el Mediterráneo entre Europa y África, concentrándose un altísimo número con el fin de reposar y tomar fuerzas antes de continuar su viaje.

El interés de las islas no acaba con la llegada a la línea de agua, sino que por lo contrario se multiplica cuando nos sumergimos en sus fondos marinos. La complicada topografía de esos fondos marinos, llenos de escollos, bancos y bajos es el refugio natural para tantas especies sobreexplotadas por la pesca en nuestro mar.